Un ruido estridente me despierta. Estoy solo en un banco de cemento de éste, mi hogar desde que mi familia me dejó para deshacerse de su mayor problema. Miro a mi lado a Felipe -el perro de la guardia- y noto su mirada perdida; Ladra y se va corriendo mientras se multiplica el ruido. parecen disparos; me tapo los oídos y aprieto los dientes mientras me paro y camino hacia un árbol; Me
trepo y veo a lo lejos cientos de hombres con escudos, escopetas, lentes oscuros. Algo mas cerca visualizo a la doctora, llorando, arrodillada y suplicando, no entiendo por qué lo hace.
¿Qué es lo que pasa? ¿por qué ya no oigo a los pájaros cantar? ¿por qué no veo a los muchachos haciendo sus actividades? mientras me lo pregunto se levanta una cortina de humo, hay corridas,
gritos, ¿esos son periodistas? ¿estarán volviendo los fantasmas que
me trajeron hasta acá? no puede ser cierto esto que veo. Fue hace
apenas una semana que la doctora me dijo que estaba mejor y que pronto
podría irme de acá. ¿Que haría allá afuera? esta es mi casa, aquí pude alejarme del terror y de la oscuridad.
Ya no veo el mar, ya no veo a mis compañeros en la trinchera llena de
agua muriéndose de frío ni tampoco veo a esos aviones ni a los muertos
sembrados a mi alrededor, pero siento el miedo. ¿Qué me está
pasando? ¿Qué vienen a buscar? bajo del árbol y corro hacia ellos. me
frena un hombre con un micrófono y me dice cosas que no entiendo,
busco a la doctora pero no la veo más, observo a algunos de los
enfermeros nerviosos, ellos nunca están así. me piden que vaya al salón con los demás, pero quiero ayudar.
Se acerca esa multitud de hombres armados, agarro una piedra que
encuentro bajo mis pies y se la tiro, no doy en el blanco pero busco
otra. Uno de ellos me ve y con su rostro desencajado comienza a
acercarse a mí rapidamente. me doy vuelta y empiezo a correr nuevamente
hacia mi seguro árbol, pero siento un fuerte ruido y mi espalda
comienza a arder. caigo al piso, creo que me dieron. ya sé que es lo que
me pasa, estoy de nuevo en las islas, los ingleses vinieron por
nosotros, voy a levantarme rápido y voy a seguir peleando hasta morir,
porque esta vez les juro que las vamos a recuperar.
Lucas Castro
14 comentarios:
Excelente tu relato, graciasng
Terriblemente hermoso relato
Gracias. Abrazo
¡Muy bueno, Lucas! Mientras leo al personaje de tu relato, me doy cuenta de que estoy tan anonadada como él. No salgo de mi asombro ni puedo comprender que lo ocurrido pertenezca al mundo real.
pobres pibes... Muy bueno Lucas
Crack. Abrazo.
El Borda no es un lugar romantico, ni un hogar. Ahí se tortura, se viola, se mata. Luchemos contra la manicomización. No perdamos eso de vista.
Es algo que debían haber considerado la patota que ataco a la policía.
Excelente y muy conmovedor me toca en ambos sentidos Miguel Saredi
Muy bueno Lucas.
@miunicoheredero
Me causó gracia eso de "la patota que atacó a la policía". En fin, este blog no va a censurar, incluso lo que considero estupideces.
Increible que gente común repita el relato del gobierno de la ciudad. triste
Muy bueno. Saludos desde Bolivia!
Excelente. Te felicito con humildad, sólo soy trabajadora de la salud pública en CABA...
@JulietaR70
No se porque no lo lei en su momento, gracias por compartirlo de nuevo, terrible relato, muy bueno! Karina
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