martes, 2 de octubre de 2012

Hablando de la libertad


En estos tiempos de cacerolas brillantes que suenan y resuenan por las distinguidas callecitas de Buenos Aires, la palabra "Libertad" se ve repetidamente en pancartas y se escucha a viva voz en los gritos de la clase media y la pomposa clase alta nacional. "Libertad", "Queremos ser libres", "No queremos ser Cuba" vociferan desde aquella noche de Septiembre en la plaza de mayo, los que fueron eyectados hacia la calle por la "terriblemente dolorosa" restricción a la compra de dólares.

¿Qué sabrán de libertad aquellos que no tienen todavía pesos suficientes para comer, vestirse, estudiar y darse el lujo de irse de vacaciones aunque sea a Las Toninas? ¿Qué sabrán de libertad aquellos que vieron dólares solamente en el televisor y que escuchan a los grandes economistas ortodoxos repetir las mismas recetas que hoy mismo hambrean y expulsan a millones de personas en países (hasta hace poco potencias) como España, Portugal o Grecia?

"Señora, no defienda el puesto de trabajo que consiguió su marido durante estos años en una fábrica argentina, ni defienda su jubilación con dos aumentos por año, la bárbara inflación que el INDEC no le dice que existe le está cagando la vida señora, no importa que esté comiendo y que su marido esté trabajando.
Tiene que creernos a nosotros, los que vamos a endeudarnos nuevamente para poder satisfacer de "previsibilidad" a los mercados y de dólares a los acomodados... Créame señora, este gobierno populista le miente, no sirve la asignación universal por hijo, esos pobres que hoy pueden comer gracias a ese subsidio, no quieren peces, quieren que les enseñen a pescar, y nosotros vamos a hacerlo, claro, luego de que restablezcamos la confianza y ajustemos las cuentas del estado y privaticemos todas las empresas que generan un gasto para todos los ciudadanos, y después de que las empresas privadas vengan a invertir y cumplamos con todas las requisitorias del Fondo Monetario Internacional y hagamos una política de relaciones carnales con los Estados Unidos. Ahí señora, dentro de unos 30 o 40 años, créame que le vamos a enseñar a pescar, y si no aprende será porque usted y su marido son unos vagos de mierda que no quieren hacer nada por vivir mejor, en ese caso, jódase señora, pero no les crea a estos peronchos mentirosos que hoy le pagan jubilaciones a dos millones de viejos que antes no cobraban nada, o que les permitió con sus políticas conseguir trabajo a unos cinco millones de personas... no les crea, créanos a nosotros".

¿Cuál es la libertad de los que tienen poco y nada? ¿Cuál es la libertad de los que pierden el trabajo y se quedan en la lona cuando los especuladores buitres de siempre se llevan los dólares al exterior para luego provocar el incendio nacional y esperar a un nuevo gobierno que ceda a sus presiones? ¿De qué libertad  hablan los muchachitos "bien intencionados", pichones de verdugos educados en lujosas y prestigiosas universidades norteamericanas? ¿La libertad de ellos? ¿La libertad que heredaron por tener una posición acomodada dentro de la sociedad? ¿Ellos, que no saben lo que es abrir la heladera y no encontrar algo para comer? ¿De qué libertad hablan estos chiquilines? si apenas saben atarse los cordones y porque leyeron un par de libros creen que tienen "la posta". ¿Qué calles patearon? ¿Qué saben de tener un padre desocupado? no les gustan los "negritos" porque se niegan a reconocer que son latinoamericanos. están implantados acá como los abuelitos que tuvieron que venirse acá porque en Europa no podían vivir más. se creen europeos y no aprendieron a convivir con los "morochitos" que representan a los que ya estaban en estas tierras cuando llegaron los abuelitos. siguen igual, heredaron su xenofobia, su miedo a todo lo que sea popular, su profundo temor burgués.

Creen que están en lo cierto, realmente lo creen, creen que las empresas extranjeras van a venir a nuestro país para hacer "el bien" y convertirnos en Canadá. nunca se les ocurre pensar que para esas empresas extranjeras solamente somos un campo útil para extraer recursos naturales, con un puñado de sudacas a los cuáles venderles espejitos de colores para llevarse la guita a las casas matrices. No, ellos creen que son buenos y que tienen "ganas de invertir", porque en el fondo nos quieren, y no quieren hambre, y no quieren pobres y los reyes vienen el 6 de enero.

Ojo... para defender sus posiciones privilegiadas tienen argumentos válidos. porque nunca falta entre los gobiernos que apuntan hacia los sectores populares los vivos que se aprovechan de estas causas nobles para mejorar su situación económica particular. no faltan nunca los chupamedias empujados por el billete que les terminan permitiendo alcanzar el voto de los que están en el medio, los que no son ni ricos ni pobres. y por supuesto hay ricos beneficiados por los gobiernos populares que aunque les tienen asco se los aguantan, por el billete, claro, siempre por el billete.

¿De qué libertad hablan si la solución que ofrecen para sacar a los supuestos corruptos es poner a otros supuestos corruptos que encima quieren gobernar para las clases acomodadas? ¿De qué libertad hablan si la opción que proponen es endeudar al país como hicieron todos los inmorales de las décadas pasadas que nos llevaron a la quiebra? ¿De qué libertad hablan si esa supuesta libertad por la que reclaman va a dejar sin trabajo a millones de argentinos, encarcelados en la miseria?  ¿De qué libertad nos hablan? a otro perro con ese hueso.